martes, 18 de enero de 2011

Cierre del curso


Bueno gente, el cuatrimestre se termina y tengo que cerrar el blog para su consiguiente evaluación. Creo que han sido unos meses bastante productivos, pero tranquilos, lo reabriré cuando se pongan las notas y seguiré escribiendo para compartir con vosotros muchos momentos y experiencias.

Para terminar el curso he colaborado con una compañera y amiga de clase: Alba.

Voy a hablar sobre una enfermedad que hoy en día no tiene cura posible y está muy extendida. Empezaré exponiendo los síntomas típicos:

-Mente dispersa: Hay cientos de personas que pasan por tu lado cada día, cientos de caras, cientos de pensamientos hablando al unísono y sólo pensamos en una. Piensas qué estará haciendo, cuando le verás, si estará pensando en ti, tantas preguntas y tan pocas respuestas.

Pero da igual porque caminas por la calle pensando que en cualquier momento te lo puedes cruzar, aunque sea prácticamente imposible.

-Alucinaciones: Estás sentado y tu mente hace que creas que su presencia se está acercando por detrás y de repente te montas una película de que llega y te abraza, e incluso puedes oler su perfume, sentir su calor; pero te giras y no está.

-Impotencia: Que sentimiento tan raro cuando tienes el impulso de correr hacia él, abrazarle y pasar de todo y de todos, sintiendo que sólo sois dos en el mundo y que nadie mira. Y cuando le tienes tan cerca puedes sentir como respira, como sus brazos se entrelazan en tu cintura y vuestros corazones empiezan a sincronizarse. Entonces empiezas a sentir como sus labios pasan por tu mejilla y las ganas de girar la cara incrementan, quieres intentar que las miradas se crucen y que ninguno de los dos tenga escapatoria; ya que en ese momento sólo habrá una salida posible.

Sin embargo, todo es un sueño, no has seguido el impulso, no le has abrazado y ni si quiera te has movido del sitio; porque tus pies no responden a lo que tu corazón dice.

-Pérdida de la realidad: ¿Te ha pasado alguna vez ir en el bus y de repente pensar en ti dentro de unos años con esa persona? Lo curioso es que cada vez que pasas por el mismo lado esa imagen vuelve a pasar por tu cabeza como si la hubieras vivido, pero no, siguen siendo imaginaciones.

-Vocabulario reducido: Empiezas a hablar de cosas tontas y te ríes por todo. Lo mejor es cuando quieres llamar a una persona y zas, te sale su nombre, la otra persona se gira, se ríe y sigue como si no hubiera pasado nada. ¿Pero qué pasa si es el momento inadecuado o una persona inoportuna? Te saldrán tantas excusas estúpidas que pensarás que estabas más bonito callado.

-Malestar general: No sabes que ocurre en tu cuerpo, hay días en los que te comerías un tractor de chocolate y otros en los que no te entra ni medio arroz. Pero no es lo único, porque cuando se acerca y te mira a los ojos sientes que en tu barriga se empieza a organizar una fiesta, y le dices mentalmente a los inquilinos del estómago que paren la música, pero el cosquilleo incrementa de una manera sobrenatural llegando a afectar a tus extremidades, produciendo un escalofrío generalizado.

-Dependencia: Lo peor de esto es que tienes la necesidad de verle, hablarle, enviarle un mensaje o simplemente que alguien te hable de él. Quieres decirle: ¡ey! ¿quedamos? Pero tienes miedo a parecer pesado y te callas. En sustitución te coges de los pelos en tu casa, gritas con la almohada en la boca y llamas a todo el listín telefónico para seguir con tu monotema.

-Sentido excesivo de la autocrítica: Soy tan estúpida ¿cómo puedo quererle? Es que es idiota, no se entera de nada y además estoy sufriendo, llorando por las esquinas para nada. Me tengo que olvidar de él ya…pero es que es tan mono ¿Te suena?

-Preocupación extra: ¿Nervios, estrés? Oh Dios mio, se le ha caído un boli, tengo que recogérselo; mientras piensas: seguro que cuando se lo dé me mirará y descubrirá que me quiere. Respuesta de nuestra razón y mía: iluso.

-Movimientos involuntarios: Estás a su lado y la mano se mueve sola hasta donde está la suya, pero luchas contra marea intentando no tocarla. Y en el trayecto vas pensando todas las cosas que se le pueden pasar por la cabeza si trastocas la barrera.

-Agotamiento de energía: Tu vida social se ve muy reducida, al igual que el tiempo que tenías para ti mismo. Alargas los minutos y los segundos para meter todo lo que el otro necesite y para poder estar un segundo con esa persona. Quieres que se quede más aunque sabes que no tienes tiempo.

-Audición de música extraña sin identificar en tu cabeza: De repente las canciones que te parecían sumamente estúpidas se te arremolinan en la cabeza y cuando todo el mundo está callado empiezas a tararear una canción sumamente ñoña; pero no te das cuenta hasta que tienes a toda la gente de tu alrededor mirándote.

-Reconocimiento de la patología: Por mucho que te digan y tu cabeza te lo repita sigues pensando que no estás enamorado de esa persona, y aunque piensas que nada de esto está calando, en tu cabeza ahí un hervidero en el que se está creando el mayor enamoramiento que has tenido en tu vida.

Pues si presentas todos estos síntomas o la gran mayoría, querrá decir que has contraído una de las enfermedades mas dulces y mas letales: el amor. Sí, estás enamorado.

Los efectos pueden durar entre 2 meses o una vida y los medicamentos a tomar es una dosis diaria de lógica y razón para que no se nos suba mucho a la cabeza.

Hay que disfrutar esa sensación de calor que nos inunda el alma, pero sobre todo hay que ser coherentes.

No hay nada mejor que esa motivación al empezar el día sabiendo que le verás, que a lo mejor pasa algo, que te manda una señal o simplemente te sonreirá de una manera especial. En muchos casos no pasa nada, pero volvemos a empezar cada día con la misma ilusión.

Pero si algo os puedo decir es que tengáis cuidado, tengo bastante experiencia con estas cosas y a veces las señales que te manda la otra persona sólo están en tu cabeza, y para ti una mirada puede significar un mundo y para la otra significa que se ha dado cuenta de que le estás pisando un papel que se le ha caído.

El amor es muy complicado y a veces muy doloroso, sobre todo si la otra persona no tiene dos dedos de frente para darse cuenta de que tú babeas por las esquinas, pero bueno, hay gente para todo.

Cuando pensé que nunca más volvería amar, descubrí la luz que hoy por ti me hace suspirar. Encontré tus latidos en aquel rincón y quise tenerlos en mi corazón. Pero por más que grito tu nombre en mi habitación, las esquinas me abrazan con su dolor, son los ecos de mi desesperación, los únicos que me abrigan con su calor.


FUENTE FOTOS:

Creación propia

jueves, 13 de enero de 2011

Ideario de vida

Hoy en clase hemos tenido que llevar un ideario. La verdad es que la gente que leyó en clase había encontrado citas realmente preciosas.
Yo no intervine, pero el que encontré también me gustaba mucho:

Cuenta atrás de Francisco M. Ortega Palomares

Me da vértigo el punto muerto

y la marcha atrás,

vivir en los atascos,

los frenos automáticos y el olor a gasoil.

Me angustia el cruce de miradas

la doble dirección de las palabras

y el obsceno guiñar de los semáforos.

Me da pena la vida, los cambios de sentido,

las señales de stop y los pasos perdidos.

Me agobian las medianas,

las frases que están hechas,

los que nunca saludan y los malos profetas.

Me fatigan los dioses bajados del Olimpo

a conquistar la Tierra

y los necios de espíritu.

Me entristecen quienes me venden clines

en los pasos de cebra,

los que enferman de cáncer

y los que sólo son simples marionetas.

Me aplasta la hermosura

de los cuerpos perfectos,

las sirenas que ululan en las noches de fiesta,

los códigos de barras,

el baile de etiquetas.

Me arruinan las prisas y las faltas de estilo,

el paso obligatorio, las tardes de domingo

y hasta la línea recta.

Me enervan los que no tienen dudas

y aquellos que se aferran

a sus ideales sobre los de cualquiera.

Me cansa tanto tráfico

y tanto sinsentido,

parado frente al mar mientras que el mundo gira.

Después de este ejercicio el profesor nos habló de la naturaleza emprendedora del ser humano, ya que tenemos una capacidad de proyecto inimaginable. El gran problema es que ese proyecto de vida necesita cosas importantes, cosas que desplazamos por las urgentes.

Es decir, nos pasamos la vida dando valor a lo inesperado en vez de hacer lo que realmente va a sacar frutos de nuestra vida. Después de esa reflexión hicimos una actividad, que consistía en escribir lo que haríamos si nos quedaran 3 años de vida, luego 3 meses y por último 15 días.

Fue realmente apasionante poner el boli en el papel y empezar a comprobar qué era lo realmente importante en mi vida, esas cosas que me realizan como persona y que hacen que los demás vean en mí, mi propia estela.

"Los sueños son metas alcanzables si volamos alto y no dejamos que nos aten al suelo"

FUENTE IDEARIO: http://untributo.galeon.com/cvitae1264966.html

martes, 11 de enero de 2011

Recuerdos


En el mismo instante en que dijiste adiós
una lágrima en mi rostro se hundió,
y pude saborear su triste desdicha;
porque como ella, tú un día te sentías.
Cogiste mi alma y la tiraste contigo,
sentí mis sueños enterrados vivos
y recordé aquellas palabras que de valor me armaban,
cuando vi tu rostro; ya no eran nada.

Echo de menos aquella voz de tono amargo,
el terciopelo suave que se enrollaba en mi regazo;
creí que todo terminaría y tú volverías,
porque aunque el tiempo pasara, siempre lo hacías.
Olvidé la sonrisa en aquel tintero,
caí en la desesperanza buscando un sueño,
y me di cuenta una mañana, que era tu alma
la que me guiaba por un mar de calma.
Eres tú quien arropa mis silencios,
quien enciende luz en todo mi Universo,
el que me enseña los pasos a seguir
y avanza por el sendero cuidando de mi.
Sé que estás ahí: en ese lugar,
en ese eterno.
Pero sé que estás aquí: en esta habitación,
armándome de sueños.
Esos sueños que un día de ti volaron,
esas armas que por dolor se derrumbaron;
ahora soy yo la que guarda tu recuerdo
y aunque el tiempo pase, yo en mi te llevo.

Extendiste los brazos para abrazar el llanto,
meciste el viento en el frío invierno,
empuñaste la espada que un día tú llevabas
y la dejaste caer con todos los que te amaban.

Este poema es para todas aquellas personas que hayan perdido a alguien, pero sobre todo para aquellas que no esperaban que un día esa persona que siempre había estado ahí, nunca más volvería.
Quiero hacer hincapié con estas estrofas, que todo el mundo es importante, y que siempre, aunque nos hunda la tristeza, hay un camino iluminado y hay alguna persona que te extraña, que piensa en ti o simplemente que te quiere.
Parece que en muchos momentos no vemos escapatoria, y la tenemos delante de nosotros, pero decidimos coger otro camino que nos hunda aún más, porque somos así. El problema es que si no nos damos cuenta, y cometemos el peor de los errores, no sólo caemos nosotros, caen todos los de nuestro alrededor.